jueves, 21 de febrero de 2013

0016

000:006:123:568.Valles de tundra discurrieron bajo la mirada de HUUT. Volaba siguiendo la nieve: aquella extraña formación fractal de agua tenía que estar relacionada con la fuente, debía existir una conexión entre el código y su objetividad. ¿Por qué estoy en este onigrama con el traje de mantenimiento? Era una pregunta que no se había planteado hasta entonces, y lo insólito de la situación le produjo un malestar irracional. Deben quererme con vida, buscan datos sobre la nanobótica de Tesla y este es mi presidio, pero... ¿qué sentido tiene hacer una celda tan elaborada?
Accediendo a mi inyectable lo saben todo de mi, soy programadora de forma... mi ADN... la nanobótica de Control Central reacciona con los operarios de Mantenimiento, controlando mi cuerpo podrán llegar físicamente a Tesla. En este onigrama son tantos los patrones, tantas las variables... la forma de la fuente tiene una clave para generar el código, esa clave podría estar oculta de millones de maneras. Esto es un planeta, tengo todo un mundo donde buscar, lo que convierte esta realidad en una prisión.
Los nutrientes de la armadura sólo durarán 3 ciclos, ese es el tiempo límite, a partir de entonces tendré que desconectar el dolor, el hambre y la sed, eso me dará un par de ciclos más. La fatalidad de la situación no le produjo ningún atisbo de temor. Simplemente era un hecho empírico que aceptaba, no podía comer ni beber, todo estaba contaminado por virus, bacterias, diminutos insectos, y toda suerte de vida proterozoica.
000:013:778:990. Mantenía una velocidad subsónica constante de 125.000001 metros por segundo a unos cinco kilómetros de altura, el máximo que le permitía la configuración de mantenimiento de la armadura. Pensó en reprogramarla para poder cambiar dicha configuración a algo más adaptado a su situación, pero el tiempo era vital, y sin las datomemorias de Tesla, tardaría demasiado en diseñar un prototipo viable. Ella programaba en forma, no en contenido, tendría que encontrar modelos que imitar en aquel onigrama. Aun no sabiendo cuánto tiempo iba a permanecer allí le parecía del todo ineficiente simplemente esperar, si es que existía una escapatoria. Su educado instinto le azotaba la razón con vehemencia, era una necesidad, casi una adicción. Aunque contaba con inhibidores emocionales haciendo frente al miedo, la ansiedad se cernía sobre su psique por no poder dar con una respuesta correcta al enigma que se le planteaba en aquel lugar. La exhaustiva especialización le impedía ser más imaginativa sin ser consciente de ello. Por otra parte, se sabía capaz de manejar el código del onigrama para no sólo controlarlo, sino sonsacar información de sus líneas compositivas. Priorizó sus esfuerzos en la búsqueda de la clave del código. Si su suposición era correcta, iba por buen camino, ahora sobrevolaba una inmensa llanura de nácar, cada vez se acercaba más al polo norte del supuesto planeta, y por tanto, el paisaje cada vez era más nevado, regado con el anaranjado violeta del ocaso. Sin embargo, para HUUT no existía otro cambio visual salvo los datos sobre la frecuencia cromática exterior.
000:025:098:156. Noche cerrada, dejando atrás el helado desierto avistó una camino artificial, negro, con lineas blancas en los bordes, y líneas discontinuas en el centro. Decidió seguirlo. No pudo alegrarse por el hallazgo, pero al menos su desasosiego comenzó a calmarse, sus sospechas y cálculos parecían no ser erróneos. Decidió volar a menor altura, con un kilómetro sería suficiente. La carretera se bifurcaba dando lugar a pequeñas edificaciones ruinosas; restos de naves industriales; vallas rotas enroscadas cubiertas de óxido; algunos artefactos metálicos provistos de ruedas desinfladas, carcomidos por el tiempo y el oxígeno; haciendo testimonio del rancio abandono que lo dominaba todo. Comenzó el descenso, aterrizó en lo que parecía la calle principal de un núcleo formado por edificaciones adosadas, que se sustentaban entre si por sus propios escombros. Había postes de metal cuyo extremo se curvaba acabados en una especie se cabeza compuesta por cristales rotos, otras estaban decapitadas.
Por doquier habían señales, carteles, y hojas de papel impresas con símbolos que no entendía. Pero aún no entendiendo, era con lo que más estaba familiarizada, la escritura es código, y si de algo sabía HUUT, era de manejar código. Comenzó haciendo una copia de cada uno de los símbolos que tenía a su alrededor, contó cincuenta y siete símbolos diferentes, desechó lo que en contexto le parecían iconos no relacionados con las combinaciones de símbolos: le quedaron cuarenta y tres símbolos, aisló diez de ellos, la particular forma de éstos le indujo a pensar que se trataba de cantidades, números. Ahora tenía ante ella los componentes de la escritura, los cuales se convirtieron en un conglomerado colorista, ligero, e informe, que definía información a la misma velocidad que la capacidad de reacción del lector, el cromático. Sólo treinta y tres símbolos y diez para cantidades, demasiado simple, esta no es la clave, pero necesito toda la información que pueda recavar. El inyectable trabajó en ello unas décimas de segundo. Hecho... ¡umh! Demasiados contenidos desconocidos... leyó:OCDER, Стремление к будущему“; al instante se materializaba en su mente: “OCDER, COMPROMETIDOS CON EL FUTURO”. Se acercó, mientras mensajes de toda índole eran registrados por ella, a una de las moles desvencijadas que se encontraban al borde del asfalto. Vehículos con ruedas, una prueba más – aunque las nociones de historia de HUUT eran harto limitadas, sabía que existieron vehículos humanos provistos de estos dispositivos de locomoción. Parece la época de los antiguos capitalismos. Sin datomemorias sólo puedo especular. Estas máquinas tienen un diseño demasiado primitivo e ineficiente como para usarlo de modelo en el bloque nanobótico. Todo es tan viejo... tan blanco... y tan frío...

No hay comentarios:

Publicar un comentario