jueves, 28 de marzo de 2013

0017


Año terrestre 2350, puesto avanzado nº4 de la MMC - Gazcron.corp, Norils'k, Siberia del Este, planeta Tierra.


Hacía seis turnos que Vasiliy Steklov tenía la partida ganada, estaba sentado sobre una butaca de piel que fue verde hará un siglo. En sus manos sostenía una hoja de grafeno, donde visionaba una película antigua de dibujos animados. El hombretón tenía los ojos entrecerrados, en perpetuo estado de somnolencia. En la mesa contigua, a escasos metros, Tibor estudiaba una de las doce pantallas de la mesa de comunicaciones del puesto avanzado: una selva de goma, cobre, y silicio; que olía a humedad, sudor, y pelusa sintética quemada. Este lugar era el hogar provisional del cuarto equipo de recuperación contratado por la MMC, subcontrata de la Gazcron.corp, perteneciente al lobby energético estadounidense.
- Eres hijo de puta, Stekker - dijo sin más – debes tener decencia de mirar el puto tablero... caballo F7 – el ger-húngaro chapurreaba un deleznable inglés corporativo.
- Has perdido, déjame en paz. Si no lo ves, es problema tuyo, “идиот– dijo Vasily mientras acariciaba levemente la hoja de grafeno, acto seguido en la pantalla de Tibor se movió una torre.
- Idilko tío, te va a estallar la cabeza, luego tendremos que recoger trocitos de tu puto cerebro ¿eh, Kolya? ¿te apetece recoger mierda de informático?– dijo el Dr. Zhou, que contemplaba la lamentable escena tumbado en un sofá cubierto de mantas que ya eran de un sólo color. Un hombre que, pese a su escasa estatura, resultaba amenazador: rostro enjuto, ojos hundidos, chato, y la boca torcida llena de pústulas que rezumaban pus: algo portentosamente feo. Verlo sonreír era una ofensa para la condición humana. Aunque flaco, se podían intuir los músculos a través de la camiseta militar, la cual, albergaba una curiosa similitud con el color de las mantas del sofá donde estaba recostado.
Tibor Ildiko hizo caso omiso de la pulla, no le importaba una puta mierda lo que opinara el cabrón del sofá de los cojones. El sólo estaba contratado, lo que hicieran esos bastardos se la sudaba, y mucho. Pero odiaba verse superado en lógica por un alfeñique como Stekker, cuya única función era conducir.
Por su parte, Kolya era una mole sintética con aspecto humano, con aspecto humano, nada más.
- Joder... ¡Se terminó el descanso! Stekker, ve a por los tuneleros, Kolya tu... tu haz lo que haces siempre - tras el imperativo esputo de Zhou, Vasily se incorporó y se encaminó hacia el garaje. Kolya le siguió. Dr. Zhou se dirigió al otro extremo de la enjuta habitación, allí se encontraba el abrigo que usaba para salir del bunker. El frío en el exterior era casi tan peligroso como el aire o el agua de aquella región. El puesto avanzado se encontraba sobre los restos de una mina-refinería de níquel otrora abandonada, y que fue la causante hace décadas, de que Norils'k disfrutase del calificativo: inhabitable.
- Mierda... - dijo Tibor sin dejar de mirar la pantalla y tecleando a toda velocidad, sobre uno de los seis tipos de teclado que tenía sobre la mesa de comunicaciones.
- No seas gilipollas Ildiko, estamos trabajando, deja esa puta mierda de una vez o... - Zhou ni se giró al escupir aquello.
- No ser eso, estoy que tener que avisar a Whittman, algo viene, estará a media hora por el sur.
- ¿Qué? ¡Enséñamelo! - Zhou se encaramó a toda prisa hacia las pantallas del ger-húngaro.
- Hay que joderse...
En una de las pantallas apareció de frente un hombre-oso barbudo, con el pelo largo, sucio y entrecano; sus ojos completamente negros de cristal parecían mirar a todas partes al mismo tiempo vestía un uniforme militar de algún ejército, del cual era él el único miembro vivo. Zhou habló:
- ¿Está viendo eso, Sr. Whittman? Parece un puto androide ¿qué hacemos?
- ¿Es cierta la información de mi pantalla, Sr. Ildiko? - dijo el hombre-oso desde el monitor ignorando completamente a Zhou.
- Sí, Sr. Whittman, no hace pertenecer al ejército y no coincidencia con ningún modelo de mercado, no en línea con compañías, pero sí detectamos dos CPU en línea.
- ¿Un prototipo perdido...aquí...?
- No sea impertinente, doctor, es un prototipo no identificado. Este es un lugar espléndido para probar nuevos droides, alejado e inhabitado, o eso creían. Y siendo que no está en línea con su compañía y que este es territorio de la MMC tenemos todo el derecho a apropiárnoslo o a destruírlo. Aquí sólo estamos nosotros ¿Ha quedado claro, señores?
- Sí, señor... prepararé los friecables - dijo Zhou de mala gana, Tibor asintió.