- Sr.
Whittman, con deber respeto, cualquiera androide en pruebas debe
tener que ser en línea con su compañía, no puede ser prototipo.
- ¿Y
qué sugiere, Sr. Ildiko?
-
Espía, sin linea exterior no se poder rastrear: no abogados, no demanda por
propiedad, no demanda por espionaj-je, no vampiros...
- ¿Se
percata de la obviedad de sus palabras, Sr. Ildiko? - el tono
sosegado del hombre-oso se parecía al momento de apretar el gatillo
en la ruleta rusa.
- Ok,
si hay que freírlo, se freirá, pero no se parece en nada que haya
visto, Sr. Whittman – dijo Dr. Zhou desde la consola de artillería,
a escasos metros de las pantallas de Tibor, el rostro del hombre-oso
dijo: continua.
- Se
trata del modelo en sí, que es jodidamente raro, ni una puta pieza
que conozca. De hecho, diría que no está hecho de piezas, es un
puto bloque sólido ¿como coño se mueve? Mire, Sr.
Whittman, la patente exo de Ford...
-
Cuénteme algo que no sepa.
-
Joder... pues que se nos puede caer el pelo, esto es gordo, si lo que
detectan los sensores sobre eso son ciertos... la Ford, aquí, no me
jodan, no me pagan lo suficiente para esto, Whittman... está a
tiro...
-
Proceda, y le recuerdo a usted, precisamente, que ya no tiene pelo.
- No,
Whittman, yo estoy aquí para recoger basura, no para hacerla, si es
la puta versión real del prototipo de Ford filtrado hace un año,
freírlo será como decirles: “eh, hijos de puta, aquí tenéis
nuestros ojetes para jugar” esa mierda está más vigilada que la
polla de un niño en Kuala Lumpur...
-
¡¿Cuánto Zhou? ¿Cuánto?!
-
¡Mierda Tibor, con esto no se puede fallar a cincuenta y cinco, lo
resiste el muy cabrón! ¡Debería caer como una puta piedra!
-
¡Cambia de rumbo, viene aquí! - gritó Tibor.
-
¡Derríbelo! - el hombre-oso habló, Zhou obedeció.
-
Tunguska lanzado, vamos nene, clávate en su culo- susurró el doctor
mientras le caía sudor frío que al llegar a los labios se mezclaba
con la pus de su boca, el paraíso de las moscas, si éstas pudieran
vivir en Norils'k – Así me gusta cariño, haz feliz a papá... -
Zhou vio a través de la cámara en la punta cómo aquel golem verde
intentaba zafarse del misil antiaéreo Tunguska SD-436. Provisto de
más de cincuenta sensores externos, un depósito que le
proporcionaba un alcance de diez kilómetros, y una inteligencia
artificial kamikaze, convertía la persecución en una simple espera
para ver fuegos artificiales de excelente calidad. Y eso fue lo que
vieron.
- La
hostia... ¿ha visto eso sr. Whittman? Deberia...
- Sé
perfectamente lo que debería haber sucedido, recójanlo de
inmediato.
- Sí,
sr. Whittman, recoger basura – rezongó el chino reverente.
- En
efecto, es prioritario recuperar eso, estoy enviando un equipo en su
busca, tendrán que guardarlo en el puesto treinta y seis horas. Sr.
Ildiko, ya tiene el código de seguridad, ahora no me molesten hasta
que el equipo haya llegado – y la cara del hombre-oso se apagó.
- Eso
no, él, ella...
-¿Qué?
- Zhou se giró hacia Tibor con una espantosa mueca.
- Eso
estar tripulado, dos CPU en línea, pero no una linea cualquiera.
Nunca ver nada igual, umh, es... esa corriente de datos convierte
al edificio Fedders Tech. en una meada. Mi jodido ordenador no
entiende nada, esa encriptación es única ¿entiendes, única? Sólo un cerebro puede hacer eso, uno modificado, por eso sé que...
-
¡Tibor no sé alemán!
-
Yo no fio del viejo, no sabe una mierda, ese CPU puede sacarnos de
infierno...
- ...mejor poder negociar con algo, no valdremos una mierda si vienen a por él y no es nuestro – continuó el mercenario chino - ¿y por qué coño llamaste? - el ger-húngaro lo miró con condescendencia (y asco):
- No puedo borrar información de sensores, ser cláusula de contrato, pero en esa información no dice nada de objeto tripulado, sólo detección de objeto – se le dibujó una ligerísima sonrisa - Whittman se lo llevaría, nuestro culo al aire.
- En
nuestro contrato dice recoger basura, eso es lo que dice, nada más.
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